Diez años después, el boxeo colombiano aún siente la ausencia de Billy Chams
El presidente de Cuadrilátero, fallecido el 31 de marzo de 2013, forjó 16 campeones mundiales.
"Es la primera vez que pierdo plata y estoy contento", fue una frase que se le escuchó pronunciar a Billy Chams cuando salía del Country Club, la noche del 13 de febrero de 1987, cuando Fidel Bassa conquistó el título mosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) tras vencer por decisión al panameño Hilario Zapata.
A Billy le había tocado una carrera contra el tiempo para organizar, en menos de un mes, en Barranquilla, esta pelea, que inicialmente estaba prevista para el 6 de enero en Panamá, pero Zapata pidió una bolsa mayor y esto motivó a su apoderado -Luis Spada- a buscar otra plaza. Habló con Chams y le pidió 75 mil dólares para traer a Zapata a Barranquilla. Chams dudó, pero finalmente aceptó.
“Ese fue uno de los días más felices de mi vida, porque era la primera vez que un boxeador colombiano, con mánager colombiano, ganaba el título en su propia casa. Recuerdo que festejamos hasta el amanecer”, le contó Billy Chams, en 2007, a este periodista.
La venta de boletas sólo se movió después de aquella rueda de prensa en la cual Zapata se salió de casillas cuando le preguntaron si era cierto que le había pegado a la mamá.
Después de intentar agredir al periodista que le hizo la pregunta (Hugo Urruchurto), Zapata, en tono altanero, dijo que le tomaran una foto a Bassa porque después de la pelea, cuando llegara a su casa, no iban a reconocerlo de la golpiza que iba a darle.
Pero Bassa se impuso con claridad, gracias a una estrategia ideada por su entrenador Ramón 'Curro' Dosman, un viejo zorro panameño, que había trabajado con los legendarios Alexis Argüello e Ismael Laguna.
Bassa se convirtió así en el primer campeón de la empresa Cuadrilátero, formada dos años antes, cuando el propio Bassa tocó la puerta de la oficina de Billy Chams para pedirle que fuera su apoderado.
Chams no solo aceptó la propuesta, sino que le dio trabajo a Fidel en sus almacenes de tela. Después de Bassa llegaron Tomás Molinares, Rodolfo Blanco, Rafael Pineda y Álvaro Mercado. Sólo este último no alcanzó a ser campeón mundial y Blanco lo fue después de haber salido de Cuadrilátero, nombre que le puso el periodista Estewil Quesada.
Billy Chams siempre creyó que su primer campeón mundial sería Molinares. En el fondo hasta lo quería porque este era el boxeador que consideraba más inteligente arriba del ring. Molinares se coronó campeón el 29 de julio de 1988, en Atlantic City, al noquear con una poderosa derecha, en el sexto asalto, a Marlon Starling.
El pasado 31 de marzo se cumplieron 10 años del fallecimiento de Billy Chams, el más importante promotor de boxeo que ha tenido Colombia en todos los tiempos. Su muerte ocurrió un día antes de cumplir 64 años y dejó un enorme vacío en el deporte de los puños en nuestro país, venido a menos en los últimos años.
Billy fue un visionario del boxeo. Sus púgiles fueron los únicos hijos que tuvo. Les daba trabajo en su empresa y todo lo necesario para que pudieran entrenar. Hasta un gimnasio construyó para ello y creó una programadora (Signo Televisión) que todos los lunes emitía un programa de boxeo por Telecaribe: Protagonistas del Deporte.
"Billy era el papá de todos los boxeadores que han pasado por Cuadrilátero, fue uno de los mejores apoderados del boxeo colombiano y para mí fue un papá, la persona que me dio todo", recuerda el excampeón mundial Irene 'Mambaco' Pacheco, a quien Chams acusaba de que nunca estaba listo para pelear.
"Él creía que era mentira que a mí me dolía la mano, pero se dio cuenta que era verdad, porque yo fui campeón mundial con mi mano fracturada y así hice cuatro defensas. Después, cuando vine de pelear con Makepula, en el aeropuerto le puse el cinturón y le dije: 'El campeón eres tú, no peleo más'. Fue ahí cuando buscó para operarme y me llevó a Cartagena".
Pero el boxeador que más le aprendió a Billy Chams fue, sin duda, Fidel Bassa, hoy un exitoso hombre de negocios gracias a las enseñanzas de su exapoderado.
"De Billy Chams aprendí hasta cómo comer, a sentarme en una mesa, a coger los cubiertos y a coger la servilleta. Doy gracias a Dios por encontrarme con personas que me enseñaron mucho como Billy y el 'Curro' Dosman", afirma Fidel, que nunca había sentido tanto frío en su vida como cuando entró a la oficina de Chams para pedirle trabajo.
"Nunca había estado en una oficina con aire acondicionado, pero en medio del frío me armé de valor. Toqué el timbre duro y pregunté por él. Cuando me dijeron que de parte de quién, respondí: 'Del campeón nacional de boxeo Fidel Bassa'. Me hicieron pasar enseguida y me presenté: 'Señor William, es que yo voy a ser campeón del mundo y necesito que me dé trabajo porque a mí ya me da pena vender pescado'. Enseguida llamó a Jairo Yunis y me dieron un bluyin y una camiseta y al día siguiente estaba ahí cargando las telas y llevándolas a todos los almacenes", recuerda Bassa, quien realizó siete defensas exitosas de su título, que perdió en Barranquilla ante el venezolano Jesús 'Kiki' Rojas, una pelea que Billy consideró que el boxeador de El Retén no perdió.
Uno de los pupilos que Billy Chams siempre lamentó que no hubiera sido campeón mundial fue Álvaro Mercado, quien en 1993 tuvo su oportunidad ante el venezolano David Grimán, pelea que perdió por decisión.
Tras su retiro, Mercado fue vinculado como entrenador de Cuadrilátero al lado de Orlando Pineda y también fue partícipe de sus triunfos.
"Siempre lo vi como un segundo padre para todos los muchachos, entre esos los cinco escogidos (Bassa, Mercado, Pineda, Blanco, Molinares). Yo no sabía comer en una mesa y él me enseñó a coger los cubiertos, me metió en esto como entrenador, me puso a hacer cursos y siempre me apoyó", dice Mercado, quien hoy trabaja en el gimnasio Cuadrilátero Élite.
"Por la estimación que me tenía sentí que le dolió que no hubiera sido campeón mundial, pero esa vez estábamos de visitante y fue una pelea difícil. Los Chams me acogieron, no como boxeador, sino como parte de su familia", agrega.
Varias veces, por la falta de patrocinios, Billy Chams estuvo a punto de tirar la toalla. De hecho dejó de firmar boxeadores, hasta que Orlando Pineda le recomendó que contratara a Jhonatan 'Momo' Romero y a Darley Pérez.
Esto lo volvió a llenar de entusiasmo y pronosticó que ambos serían campeones del mundo. Romero se coronó un mes antes de su fallecimiento y Pérez un año después, en 2014. El título de Romero también lo puso muy contento, ya que recordó que por primera vez ganaba con un boxeador suyo en Tijuana (México). Billy se encontraba preparando la primera defensa del 'Momo' cuando ocurrió su muerte.
En total, Billy Chams forjó 16 campeones mundiales: Fidel Bassa, Tomás Molinares, Rafael Pineda, Juan Polo Pérez, Francisco Tejedor, Luis 'Chicanero' Mendoza, Daniel Reyes, Harold Grey, José Sanjuanelo, José García, Irene Pacheco, Ricardo 'Mochuelo' Torres, Miguel Barrera, César Canchila, 'Momo' Romero y Darley Pérez.
Después del retiro del 'Curro' Dosman, Billy contrató al argentino Amílcar Brusa, recordado por haber sido entrenador de Carlos Monzón y de 'Happy' Lora. Después de este asumió Orlando Pineda, a quien Billy y su esposa Tully le bautizaron su último hijo (Karoll).
"Yo aprendí mucho de él, sobre todo de la humildad, era un hombre muy humilde. A veces uno asume unas posiciones un poco soberbias y cuando yo me sentaba a pensar en Billy me decía: 'este hombre con el dinero que tiene, con la influencia y el nombre que tiene en Barranquilla y se porta con esa humildad, yo no tengo razón para estar creyéndome la última Coca Cola'. Eso fue Billy para todos nosotros, un ejemplo de humildad como persona y de solidaridad. Tú llegabas donde Billy y le planteabas la situación y él buscaba la manera de que tú tuvieras la solución", recuerda Pineda, quien trabajó tanto como Dosman como con Brusa.
"Cuando Billy me pasa la tarea de asistir a sus boxeadores, encontré la olla raspada, tanto el gimnasio como el grupo de boxeadores. No había nada, entonces me tocó formar boxeadores, buscar y traerlos a la empresa y logré, a mucho honor, superar lo que habían hecho Dosman y Brusa".
La ausencia de Billy Chams ha coincidido con la decadencia del boxeo profesional en Colombia, cuyos últimos campeones mundiales no se formaron en nuestro país: Eléider Álvarez y Óscar Rivas. Tampoco se realizan ya grandes carteleras boxísticas. La última fue la que Chams organizó en el Salón Jumbo del Country, el 1 de septiembre de 2007, en la cual Ricardo 'Mochuelo' Torres noqueó en 11 asaltos al norteamericano Kendall Holt.
"Yo sí creo que hay personas que son imprescindibles. Diez años sin Billy han sido 10 años de decadencia de nuestro boxeo porque era uno de los mejores empresarios que tuvimos aquí y, si no era el mejor, era el menos deficiente. Cuando Billy se va, se crea un vacío porque los mismos promotores se apoyaban en él para que les aportara o los ayudara, ya que sin ese apoyo no podían. Porque boxeadores hay, lo que ha faltado es la promoción y el apoyo. La inflación ha hecho que sea mucho más difícil hacer boxeo. En la época de Billy el dólar lo conseguías a 2 mil pesos y hoy está a 5 mil. Y es muy difícil hacer boxeo con un dólar tan alto y con un medio boxístico tan deficiente como el que tenemos en la actualidad, en que tenemos que alimentarnos de boxeadores de afuera y esos cobran en dólares", dice Pineda
Después de la muerte de Billy Chams, la empresa Cuadrilátero quedó en manos de su sobrino Sergio, pero ya no fue lo mismo. Se había ido el hombre que tenía las conexiones, los recursos y, principalmente, la pasión por el boxeo.